La importancia de la Formación Continua en la coyuntura actual.

La mitad de los empresarios españoles no están satisfechos con el sistema educativo y solo un 6% de ellos considera que este cumple con sus expectativas. Todos coinciden en que son necesarias una mayor formación práctica y competencias profesionales. Un reciente informe analiza el panorama de la educación española a través de un estudio comparativo con el resto de países de la Unión Europea. Concluye, entre otras cosas, que los españoles muestran un nivel de competencias menor al de otros países desarrollados de la UE en materias como los idiomas, los conocimientos digitales o las matemáticas.

En el mundo laborar, hay carencias formativas y profesionales. La formación profesional dual no acaba de arrancar, la FP no sube en el porcentaje requerido, y la universidad es la mayor fábrica de parados. Aunque en España la formación favorece la inserción, pero no la garantiza, ni en términos cuantitativos  de empleo, ni en términos cualitativos de tipo de ocupación o salario—. Aun así, tener estudios universitarios implica un 24% más de probabilidades de encontrar empleo.

En la actualidad, la formación presenta carencias en competencias transversales, existe una sobrecualificación en términos de títulos, pero las personas tienen necesidades en términos de competencias. Así, el ajuste entre competencias poseídas y competencias que requieren los puestos no es tan alto como hacen suponer las titulaciones cursadas. Por ello, las empresas perciben entre quienes han pasado por la universidad o FP un alejamiento y un desconocimiento de las características del mundo empresarial y del funcionamiento cotidiano del sistema productivo, es decir, una falta de formación práctica y madurez de los candidatos.

Más de 700.000 personas tienen falta de formación en tecnologías como Inteligencia Artificial, ciberseguridad, Big Dta, Marketing Digital, cloud o blockchain. Y al mismo tiempo, el 40% de las empresas ya tienen dificultades para encontrar expertos en TIC, por no poseer encontrar candidatos con las habilidades digitales suficientes. La escasez de profesionales en nuestro país está relacionada, en parte, con la falta de competencias en tecnologías, la cual es básica en el 53% de los ciudadanos. De hecho, el último estudio España está a la cola en aspectos como la digitalización en las empresas, la capacidad de innovar y el alcance de la formación de los empleados.

Resumiento, que el cambio tecnológico es imparable. La incorporación de las nuevas tecnologías está provocando la destrucción de puestos de trabajo que no son reemplazados por la creación de nuevos empleos. Además, la constante transformación del tejido laboral obliga a adaptarse a las nuevas exigencias. Existen diversos estudios que revelan la existencia de un claro desajuste entre las aptitudes y habilidades que demandan las empresas y las competencias de los alumnos una vez finalizados sus estudios. Y POR ELLO LA IMPORTANCIA DE LA FORMACIÓN CONTINUA EN LA COYUNTURA ACTUAL.